En Bodegas Catena Zapata, siempre hemos creído que cada uno de nuestros vinos empieza en el viñedo.
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Es la historia de cómo hemos volcado nuestras vidas, nuestra pasión y nuestro espíritu para transformar un árido desierto en una de las zonas vitícolas más bellas y únicas del mundo. Esta es la historia de cómo hemos pasado nuestros conocimientos de padre a hijo y de hijo a hija a través de las generaciones, de cómo hemos ensamblado la memoria colectiva de la familia con la más moderna tecnología vitícola vigente.
Nicola Catena, quien partió de Italia hacia Argentina en 1898, celebrase el fin de la escasez y el hambre en Europa y la llegada a esta abundante nueva tierra, desayunando un trozo de carne jugosa todas las mañanas. Reconocido por su incansable optimismo, Nicola estaba convencido de que había encontrado la tierra prometida en Mendoza, donde plantó su primera viña de Malbec en 1902. Hasta entonces el Malbec solo había sido utilizado en los vinos de corte de Burdeos. Sin embargo, Nicola sospechaba que podría alcanzar su escondido esplendor en los Andes. Domingo, su hijo mayor, heredó este sueño y condujo la bodega familiar a un segundo nivel, convirtiéndose en uno de los viticultores más prósperos de Mendoza.